Introducción
Dios
a través de este texto tiene una importante lección de vida para nosotros que
estamos sirviéndolo. Tener una vida de victoria y lograr éxitos en nuestras vidas,
muchas veces depende de nuestras actitudes delante de las dificultades en que
pasamos.
Ser
cristiano no es un cambio de religión, es un cambio de vida, de actitud. Muchos
siguen a Jesús sin cambiar su modo de pensar y su modo de se relacionar con Dios.
Están siguiendo a Él, pero no conócelo. Transferimos toda nuestra
responsabilidad para Jesús, cuando Él quiere que aprendamos a vivir una vida de
victoria practicando lo que enseñó en la Biblia. Todos quieren vivir una vida
de gran bonanza, tranquilidad, sin problemas, pero Jesús no dijo esto. Las
luchas vienen sin que nosotros la provoquemos, entonces, ¿que hacer delante de
esta situación?
1 – Entrando en la Barca
con Jesús – v. 23
Esta
expresión para nosotros llévanos a pensar en nuestra vida del día a día donde
amanece y mismo siendo seguidores de Jesús no sabemos lo que va pasar. Todavía
hay un secreto en esta situación, que les conto más adelante.
2 – se levantó una gran tempestad – v. 24
Esa
gran tempestad son exactamente las luchas en nuestra vida que se levantan y no
sabemos como, pero esta ahí y ahora no sabemos como salir de ella. Así estaban
los discípulos dentro de la barca, vino la tempestad, creció las olas, y la
barca podría hundirse sin que ellos pudiesen hacer nada. Ellos eran experimentados
en el mar, muchos eran pescadores, estaban acostumbrados con situaciones como
esta, pero el miedo de esta tempestad fue demasiado. Cuantas veces estamos
acostumbrados con situaciones desfavorables y buscamos con nuestras propias
fuerzas salir de la situación hasta que ya está agotado y las fuerzas se van.
Parece el fin, la capacidad humana llegó al fin, todos los conocimientos fueron
puestos en práctica, pero inútil. El problema sigue ahí y puede matarnos si no tomamos
una decisión rápida, pero ¿cuál decisión tomar?
3 – Tranquilidad de Jesús contra la
desesperación de los discípulos
Los
discípulos estaban ya sin fuerzas, no sabían más que hacer, todavía Jesús
seguía durmiendo en la barca, no pasaba
nada para Él. Jesús tenía el control de la situación.
4
– La decisión correcta
Cuando
nuestras fuerzas fallan, sólo tenemos una salida, Jesús. Los discípulos fueron
hasta Jesús y lo despertaron, por que estaba durmiendo. No es incorrecto
procurar Jesús en situaciones adversos, pero hay personas que solamente se
acuerdan que existe un Dios y Jesús en estos momentos y luego después olvídalo.
Existen otros que mismo con problemas no buscan a
Jesús y se va tras imágenes, dioses, supersticiones y tantas cosas que no pasa
nada en su vida, pero el diablo sigue engañando las personas con momentos de
aparente tranquilidad.
¡Señor, sálvanos, que perecemos! Solamente Jesús puede
salvar.
5
– El secreto de Jesús está en su pregunta
¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Los discípulos
estaban todo el tiempo con Jesús en la barca, pero se olvidaron de Él,
intentaron hacer a su manera. Así somos nosotros, tenemos a Jesús en nuestra
vida, tenemos la autoridad de la palabra, pero estamos viviendo como que
estuviéramos solos. Tenemos autoridad sobre todo el mal para vencerlo, tan
solamente debemos reconocer que nuestra victoria está solamente en Jesucristo.
Debemos aprender a humillarnos delante de Él.
Conclusión
Nuestras vidas están llenas de sorpresas. Buena o mala
estas sorpresas, nuestras actitudes harán con que nuestros caminos siempre
estén rumbo al blanco de nuestra vida de victoria. Una persona que quiere ser
victoriosa debe saber que en la barca de la vida Jesús tiene que estar, mismo
que “durmiendo” para nosotros por que cuando llegar el momento que no sabemos
que hacer Él va estar ahí para apoyarnos y hacer lo que no podemos.
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