Esta se acercando la "Pascua de los cristianos" en todo el mundo, donde toda la gente cristiana se prepara comprando huevos de chocolate, conejos de chocolate, adornan sus casas con velas, girasoles, hacen pasteles en forma de paloma, las iglesias católicas tocan sus sinos, acenden sus cirios pascuales, promueven la cuaresma, etc.
Todos eses simbolos tienen origen pagana que fue absorvida por la iglesia católica y que muchas iglesias evangelicas están también practicando. No es raro ver, principalmente, departamentos infantiles regalando los niños con huevos de chocolate o haciendo dibujos de conejos de Pascua.
La pregunta es: ¿Será que verdaderamente debemos celebrar la Pascua?
Recordar es bueno, La Pascua fue la celebración del pueblo hebreo de su salida de egipto ordenada por el própio Dios como esta escrito en Éxodo 12. Israel pasó a celebrar todos los años conforme la orden del Señor para que el pueblo no se olvidase de como Dios los había librado de las manos de Faraón.
Sin embargo, vemos la celebración de, podemos decir, la última Pascua con Jesús. Jesús celebró la Pascua conforme la tradición judía y a continuación instituyó la Santa Cena, terminando definitivamente con la celebración de la Pascua para los seguidores de Cristo porque Jesucristo firmó un nuevo pacto en su sangre, San Mateo 26.28.
Como verdaderos cristianos, no podemos dejarnos llevar por las tradiciones de hombres que sin ningún temor de Dios sigue practicando la mentira y muchos que se dicen cristianos abren sus bocas para declarar que es una tontería no celebrar la Pascua del mundo. E así, ellos van promoviendo el fortalecimiento de las mentiras del diablo en todo el mundo.
Por la Palabra de Dios ya no hay celebración de Pascua por parte de la iglesia evangelica. La celebración de la Santa Cena del Señor es la memoria que hacemos del sacrificio de Cristo en la cruz. Para Israel la memoria era la fiesta de la Pascua, para nosotros, la memoria es la Cena del Señor. La "semana santa" existe solamente para la iglesia católica porque nosotros ya fuimos libres de las traciones y de las mentiras de ella.
