En búsqueda del deseo del corazón

2 Reyes 2.9

Eliseo era un profeta escogido de Dios como está escrito en 1 Reyes 19.19-21. Andaba con Elías otro profeta de Dios. Eliseo no estaba en la escuela de profetas como muchos de su edad estaban. Eliseo estaba trabajando en las tierras de su padre, pero al oír el llamado de Dios, dejó todo y se fue junto con el profeta. A partir de ahora su vida era la vida del profeta Elías. Pero pasado mucho tiempo, Dios decide llevar a Elías y romper con esa amistad porque llegó el tiempo que el profeta Eliseo tenía que caminar solo. Elías avisa a Eliseo que el Señor lo había de llevarlo y que en otras palabras tienes que buscar tu camino, ya no puedo hacer nada por ti.

Pero, como dejar a un hombre que había cuidado de él todo tiempo. Eliseo dijo: no, señor mío, no te dejaré.

Estaban en Gilgal cuando tuvieron esta conversa y se fueron a tres lugares: Betel, Jericó y Jordán. Elías estaba se despidiendo de su gente, era el fin de la vida de Elías, pero Eliseo en ningún momento dudó dejar a Elías, su compañero de muchas luchas, oraciones, ayunos, milagros, él sabía que había bendiciones para su vida si continuara junto con su amigo, aunque la gente, amigos de la escuela de profetas en estos lugares, lo procuraba desanimar para no seguir adelante. Más fuerte fue su deseo de recibir la bendición.

Eliseo no procuraba riqueza porque se así fuera él no estaría con Elías, habría se quedado con su padre trabajando. Él quería mucho más, quería el poder que estaba en Elías.

Curioso ver que él no se contentó con lo tenía Elías, quería el doble. Y con todo eso no pecó Eliseo en desear más que Elías.

Amados hermanos ¿que desea tu corazón? Eliseo sabía lo que quería, porción doble del Espíritu que estaba sobre Elías. Para eso tuvo que luchar contra todos sus amigos que lo apretaba para quedarse y dejar Elías solo. Y usted, ¿qué está haciendo para lograr tus victorias?

Es tiempo de buscar a Dios, es tiempo de buscar poder de Dios, la promesa es para ti, desea más de Dios e Él te llenará de vida. Busca el poder de Dios, ¡esfuérzate!