Introducción
Dios creó todas las
cosas para que el hombre pueda tener una vida de perfecta harmonía y comunión
con su Dios, todavía lo desobedeció separándose de Dios. Por causa de esto,
Dios hizo un plan, por amor al hombre, para qué este se reconciliase con Él.
Este plan tiene su aspecto general y su aspecto personal. En su aspecto general
vemos Dios restaurando toda la creación y en su aspecto personal el Señor
haciendo que el hombre reconozca que ha pecado contra su Dios y que necesita
tomar una decisión porque sobre esta decisión el Señor hará los cambios en su
vida.
1 – La desobediencia del hombre
Génesis 3 habla de la
desobediencia del hombre y en Romanos
5.12-21 dice qué por causa del pecado de Adán el pecado entró en el mundo y por
el pecado la muerte y la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron. Así tenemos que todos nosotros somos pecadores. Es necesario
comprender esto.
2 – El Plan de Dios
En Génesis 3.15 Dios
prometió que de la semiente de la mujer nacería uno que heriría la cabeza de la
serpiente (que es el diablo). Esta semiente es Jesús. Dios hizo muchas cosas y
de varias maneras para traer el hombre a la comunión suya, pero el hombre no
pudo cumplir los mandamientos de Dios. Esa promesa de Dios fue lo que impidió
que el mundo fuese destruido en el diluvio. Isaías 9.6 habla del nacimiento de
Jesús. En Juan 1 vemos el cumplimiento de la profecía “el verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros”. La muerte de
Jesucristo es la más grande demonstración de su gran amor para con nosotros,
Romanos 5.8; Juan 3.16.
3 – La obediencia a ese plan
Se hace necesario
comprender que nascimos fuera de la comunión con Dios, Romanos 3.23 dice “por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios”. El hombre necesita no solo comprender
pero también arrepentirse de sus malas obras y aceptar a Jesucristo como hijo
de Dios y único salvador de la muerte eterna. Juan 1.12 dice que “a todos lo que le recibieron… les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios”. El mensaje de Jesús es lo que está
escrito en Mateo 4.17 “Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado”. La obediencia a ese llamado
es la manera que tienes de decir que el plan de Dios es perfecto para ti.
Conclusión
Después de esto, te
invitamos a tomar una decisión, porque Dios quiere bendecir tu vida, pero solo
va hacer se aceptar a su hijo Jesucristo. Mateo 11.28-30 está la invitación de
Jesús para tu vida. Aceptadlo.
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